Y llegados a este punto, sólo me queda decir, que si me leo y releo pienso que para no echar de menos debo dejar de oír música, no leer, evitar casi el comer, olvidar el sexo y, sobre todo, tu boca. Creo que la única manera de no echar de menos, pues, es no queriendo o muriendo. Y vamos a ver..., ¿quién puñetas quiere eso?
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